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LOS INCONFORMISTAS DE SIEMPRE.


Parafraseando un viejo refrán norteño se diría que el hombre vino a la tierra con flautas, sonajas y tambores bajo el poncho pues entre los vestigios de las primeras y más diversas culturas del mundo se encontraron instrumentos musicales; esos restos dan cuenta de la temprana fabricación de objetos para producir sonidos con un fin estético o expresivo más allá de la voz, el cuerpo y el ambiente circundante. Muchos de aquellos artefactos rudimentarios fueron evolucionando en diferentes épocas sin conformar a los músicos por mucho tiempo tal vez porque la imaginación diseña sonoridades que no son fáciles de fabricar y los inventos y reformas a lo largo de la historia testimonian una permanente búsqueda. Es el caso de los primeros tambores, sus continuas modificaciones y la nueva versión que inaugura el s. XXI de la mano de dos artesanos suizos inspirados en la tradición caribeña: los “hangdrums”, tambores de metal que además pueden producir melodías (https://youtu.be/xk3BvNLeNgw). Las mejoras e invenciones no siempre surgieron de los músicos, más bien se le debe reconocimiento al área de la invención científica con el originalísimo “theremin” (Rusia, 1919, Lev Theremin, https://youtu.be/PjnaciNT-wQ) o al campo de la ingeniería con la música concreta, uno de cuyos creadores fue el francés Pierre Schaeffer, en origen ingeniero en telecomunicaciones (https://youtu.be/V8dCdQ3iTrc “Sinfonía para un hombre solo”, 1950).

Hace muchos años, las áreas del conocimiento no estaban tan divididas y los diferentes intereses confluían en la genialidad de una única persona conocedora de varias artes y oficios; esto fue durante el Renacimiento, más concretamente en Italia donde hace quinientos años exactamente falleció Leonardo Da Vinci. Leonardo fue un típico hombre de su época, brillante e inabarcable, con un interés musical que plasmó en reflexiones, juegos, humoradas verbales y diseños instrumentales, a veces originales y otras veces de cambios mecánicos que facilitaban la interpretación. Siguiendo sus indicaciones y gráficos se construyeron últimamente varios instrumentos, entre ellos una adaptación del “órgano de agua” de la antigua Grecia y el novedoso “órgano de papel” (https://youtu.be/o1zItqn669o) cuya originalidad radicaba en la portabilidad, el teclado vertical y el doble fuelle, modificaciones con las que perfeccionó el conocido “órgano manual” del s. XIV y anunció el acordeón actual. Entre una treintena de mejoras ideó un sistema de llaves para las flautas rectas dulces y construyó una lira en plata con forma de cabeza de caballo que endulzaba su sonoridad; con ella ganó un concurso de intérpretes musicales y su puesto en la corte de Ludovico Sforza en Milán. La mayoría de sus ideas organológicas no se concretaron en vida, más bien son fruto de recientes investigaciones, tal el caso de la “viola organista” (https://youtu.be/pT40D3BudCg) cuyas cuerdas no son percutidas sino frotadas.

“Mis cosas valen más por ser fruto de la experiencia…que no cesaré de alegarla en todos los casos” escribió Leonardo y con razón: improvisaba con soltura cantando y tocando la lira, leía tratados musicales e intervenía activamente en carnavales, bailes, torneos y justas donde la música era protagonista principal (https://youtu.be/UOzRND7DtTA). Hay comentarios de su participación en festividades callejeras colaborando en el montaje, diseño de vestuario y escenografía y nuevamente en la adaptación de instrumentos de la familia de la percusión con la mecanización de carrillones y campanas golpeadas por apagadores accionados con teclas, un tambor con baquetas que percutían con el desplazamiento (https://youtu.be/EYJSLqpzm0A) y muchas novedades más que reflejan su pensamiento: “El movimiento es el principio de toda vida. Todo es movimiento, y sin el movimiento la vida cesaría”. Fue un amante de la música popular y gustaba escuchar música en todo momento, incluso se cuenta que el placentero gesto de la “Mona Lisa” se debe a la agradable música que sonaba en el estudio de Leonardo mientras la retrataba. Cierta o no, esta anécdota resume la importancia que tuvo la música en su vida -si bien siempre subordinada a la pintura- y su necesidad de nuevos sonidos y mejores interpretaciones. Dejó un legado todavía atractivo que se suma al de otros tantos creadores de la historia de la música.

Imagen: Naukas

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