UN COMIENZO NO TAN DE LA NADA…
La idea era crear un ensamble musical sin contar necesariamente con músicos. El sueño de una orquesta formada por intérpretes cuyo único requisito de admisión fuese su interés por expresarse musicalmente era el sueño del compositor inglés Cornelius Cardew (1936-1981): logró concretarlo y desarrollarlo durante principios de los años ’70 y lo llamó “Scratch Orchestra”. Fue un grupo de música experimental cuyo propósito inicial era interpretar una pieza experimental de Cardew (1968) llamada “The Great Learning”, basada en la obra homónima de Confucio; de casi 7 hs de duración, la pieza está dividida en siete partes de diferente instrumentación, objetos sonoros, desplazamientos escénicos y un novedoso sistema de partitura. A modo de ejemplo, el “Paragraph 7” (https://youtu.be/_GdfAZqsRiw) es una partitura vocal a 24 partes cada una de las cuales tiene asignada una palabra o frase del texto y elige su propia altura de entonación. Dicha orquesta, según el propio Cardew, "es un gran número de entusiastas que juntan sus recursos (no principalmente materiales) y se unen para la acción (hacer música, interpretar, construir)". Cardew soñaba con un proyecto artístico que emulara una sociedad sin división de clases y para ello reunió a un grupo de personas sumamente heterogéneo en formación y habilidades musicales que compartían una disciplina de prácticas, interpretaban partituras gráficas e improvisaban (grabación de 1969 en Londres: https://youtu.be/CudcmB4_OTw ). Sin embargo, poco a poco las tensiones entre sus miembros y cuestiones ideológicas llevaron a la disolución de la agrupación en 1972. Un antecedente de la “Scratch Orchestra” fue la agrupación “AMM” creada en 1965 y continuó intermitentemente hasta 2004; sus primeros integrantes abordaron la improvisación musical libre a partir de la exploración en el terreno del jazz convencional. Muchos músicos participaron transitoriamente de la formación (Ornette Coleman, Paul McCartney) pero en su grupo fundador y continuador fue importante el aporte de Cardew (piano y cello), al punto de apodársela “Cornelius Cardew Quinteto”. La característica principal de esta formación fueron las presentaciones, cada una única e irrepetible, totalmente espontáneas, en las que recurrían a técnicas extendidas, con preferencia por sonoridades oscuras y poco reconocibles (“Generative Themes” de 1982 disponible en https://youtu.be/6iDLmFLQI-I?list=RD5-jkSaTrEAc). Las diferencias de convicciones políticas entre sus integrantes se reflejaron en un período de escasa actividad a fines de los ’60 en la época que Cardew se retira y forma la “Scratch Orchestra”. Si bien estas formaciones tuvieron corta vida y menor impacto en el público en general o en la producción discográfica, es importante destacar que influyeron fuertemente en el campo de la improvisación musical y tuvieron resonante impacto educativo. Cardew estaba convencido de que hacer música experimental, practicar la creación espontánea e improvisar a partir de una guía gráfica, eran experiencias de creación colectiva que pondrían en pie de igualdad a músicos profesionales y amateurs e impulsarían al desarrollo de un nuevo lenguaje musical… e incluso, de una forma de vida más justa. En su primera interpretación en 1969 se presentó el “Proyecto de Constitución”, una declaración de principios y acuerdos donde Cardew aclaraba que al usar la palabra “música” se refería al fenómeno sonoro en su totalidad y en su percepción, uso y grafismo; además detallaba que los conciertos se organizaban en tres partes sucesivas tituladas “Scratch Obertura, Scratch Interludio, Scratch Final”; finalmente se refería a las categorías de la actividad musical a desarrollar: improvisación libre, clásicos populares (es decir, obras que resultaran familiares a la mayoría del grupo o que fueran repetidamente solicitadas por el grupo) y composiciones y proyectos de investigación que, a modo de disparadores imaginarios, se concretarían en performances sonoras. En síntesis, se trató de una experiencia de aprendizaje y producción artística que se replicó en varios países del mundo hasta el presente y despertó en otros músicos el interés por nuevas formas de hacer musical en las que nada se da por supuesto.
