LA MÚSICA DE CÁMARA Y…KAGEL
“Nunca haga algo de menor calidad de lo que usted puede hacer” decía Kagel y lo demostró con su producción hasta casi su último día, el 18 de septiembre de 2008. Argentino de nacimiento, Mauricio Kagel se instaló definitivamente en Alemania en 1957 y desarrolló varias facetas aun en áreas incipientes como la televisión y la radiodifusión. Se comprometió con la difusión de la música contemporánea como intérprete, director y crítico: en “Sur scène”, una pieza teatral para música de cámara de 1959, ridiculiza a la prestigiosa escuela de Darmstadt. Fue, asimismo, un docente apasionado que ponía en práctica el principio de “inducción”, es decir que inducía a sus alumnos a producir y a postergar la autocrítica. Se desempeñó también como director de cine: realizó 19 películas y consideraba que “el cine es una forma de ópera moderna, y yo compongo al mismo tiempo visual y musicalmente”; sugerimos una de sus películas “Ludwig van” de 1969, un homenaje a Beethoven quien, convertido en personaje del film, llega a nuestra época y encuentra que su música suena por doquier (https://youtu.be/7l8vPWFIgxI). Su interés por la imagen y el movimiento se debe a que Kagel entendía el gesto visual como una prolongación del sonido que aproxima la expresión de los sentimientos al público; este pensamiento subyace a su inclinación por el teatro instrumental y musical en tanto una “exacerbación del gesto” como lo demuestra en la obra “Match” para un percusionista y dos cellos (https://youtu.be/uXZb2OKGCtM). Similar es el caso de “Dos hombres orquesta” (1973): se trata de una instalación sonora-visual y pieza musical a cargo de dos intérpretes que ejecutan una sofisticada máquina de instrumentos e invenciones sonoras (versión completa en http://vernissage.tv). A partir de una versión de 1992 se construyeron 3 máquinas que actualmente se interpretan y recién en 2012 se produce el estreno Latinoamericano en el Teatro Colón. Según Kagel, se trataba de “una caricatura elevada del nivel del arte sonoro”. Porque el humor atraviesa la obra de este compositor, el humor ligado al gesto como se puede apreciar en “Kantrimusik” una pastoral para voces y conjunto instrumental donde intenta recuperar “el perfume” de esos otros lugares al empalmar sonidos y videos (divertidos fragmentos en https://youtu.be/fbuIP28zhmU). Al referirse a su proceso compositivo decía: “Cuando se compone surgen en la nuca, bien dentro de la cabeza, imágenes, sensaciones y sentimientos. Por eso, cada partitura es una carta de amor en la que el autor expresa estos sentimientos”. En sus obras no sólo exploró las expresiones vocales y fue meticuloso en el tratamiento de las expresiones idiomáticas sino que también recurría a materiales electroacústicos obtenidos a partir de cualquier fuente sonora callejera o doméstica; atento a todo tipo de objetos sonoros e instrumentos acústicos en los que experimentaba nuevas posibilidades con múltiples acciones (“Música para instrumentos del renacimiento”, 1966, en https://youtu.be/7wihh6KU5ls). Dentro de la diversidad de obras, su producción para conjunto y orquesta de cámara y para instrumentos solistas es numerosa. En síntesis, nos encontramos con un artista inabarcable y ecléctico, un pionero y un referente del arte actual que simplemente decía: “yo hago lo que quiero”.